“A un lado de Sicilia, entre ella y Lipara, está una isla
célebre, encumbrada sobre altísimas peñas que humean; debajo de la cual una
gran cueva y muchas otras, como aquellas de Etna, con los ciclópeos fuegos
carcomidas, retruenan y retumban de continuo. Allí mil yunques, con valientes
golpes heridos, suenan con terribles truenos que en torno se oyen claros de muy
lejos. Rechinan por las cóncavas cavernas barras y masas de encendido hierro;
salen de mil hornazas vivas llamas: ésta es la casa y fragua de Vulcano de él
dicen “Vulcania” aquesta isla”.
Virgilio