Sémele, filla del rei Cadmo de Tebas, mare de Dionís- Baco.

Es aquest blog sobre pintura i escultura. Però… mitològica, pagana. És un món antic, clàssic, fantàstic, personal en el que vos vull endinsar fins on arriben els límits de la imaginació i contemporitzar-lo. És un espai per compartir amb vosaltres imatges bellíssimes del cos humà, perquè així ho feien els grecs.


dijous, 12 de gener del 2012

Cuenta una leyenda

Baco de Jose Ribera.


Cuenta una leyenda oriental (pues Baco no es patrimonio único de Occidente) que el joven dios, cierta vez que se dirigía a la isla de Naxos, se detuvo en una campiña y observó que, a sus pies, una ramita sobresalía apenas de la tierra. A Baco le pareció que revestía una curiosa conformación y la arrancó para llevársela a su morada. Mas, como el sol era abrasador, temía que la rama se le agostara antes de la noche. De manera que, tomando un hueso de ave que halló en el camino, introdujo el pequeño vástago. Pero el tallo no tardó en crecer, y salir por los extremos del hueso. Casualmente, Baco halló entonces un hueso de león, donde metió su rama. Al poco tiempo, también ese resguardo resultó insuficiente, y pocos días después, la rama se había convertido en una pequeña planta y se salía del hueso, expuesta a los rigores del sol. En un hueso de asno, Baco metió el hueso de león, en cuyo interior estaba la planta y el hueso del ave, y poco después arribó a Naxos. Allí intentó sacar el arbusto de los tres huesos que lo guardaban, con el fin de plantarla; pero sus raíces se habían mezclado tanto con los huesos que no se podían sacar éstos sin romper la planta. De modo que se vio obligado a plantarla tal cual estaba. Bajo el cálido sol de Naxos, el arbusto creció y dio racimos de granos blancos. Su divina intuición indicó a Baco qué es lo que debía hacer: dejó que los granos maduraran, luego los vendimió y los prensó para extraerle el jugo, muy similar al néctar que se bebía en el Olimpo. Más tarde, llamó a los hombres de su tierra y les enseñó a cultivar las viñas, hecho que le iba a deparar más de una sorpresa. En efecto, advirtió que cuando los hombres bebían vino moderadamente se ponían alegres como pájaros y entonaban canciones como éstos. Si bebían un poco más, se sentían fuertes como leones. Pero, si continuaban las libaciones, sus cabezas se inclinaban como la de los asnos y cometían disparates. Baco recordó entonces los tres huesos con que debió proteger a la vid cuando la encontró, solitaria, en un campo desconocido. 

diumenge, 1 de gener del 2012

Pinte i esculpisc, el qué?

Pinte i esculpisc, el qué? Vos preguntareu. Bells i vells cossos. M’agrada el cos humà, amb les seues marques de vida; amb la seua poderosa joventut, amb la seua fresca sensualitat, amb la seua agresiva eroticitat i també amb la seua eterna maduresa. Cada cos diu alguna cosa en la seua forma, i alguna cosa ens atrau de cada cos, cada cos respira sexe i provoca d’alguna manera a la seua comtemplació, a la seua adoració i fins i tot a la seua possessió.
Pinte i modele allò que no posseisc però desitge, allò que em provoca i mai em pertanyerà, perquè no està al meu camí. Desitge despertar la eroticitat més bella, més sana, més real, autèntica i vertadera, el desig carnal més ocult i més enfonsat en nosaltres mateixos que cadascú porta al seu interior i roman empresonat, desitge extraure’l a la llum d’una manera senzilla, plana, quotidiana, necesite normalitzar els desitjos de la carn per a que mai més siguen pecat. Necesite mostrar que observar la bellesa del cos humà, de qualsevol cos humà, on siga i quan siga no és avançar cap a l’infern.