Pinte el cos bell d’un
jove, sí. Però açò s’ha fet en l’art, multitud de vegades. La pintura
figurativa és una mímesi de la realitat. Però perquè? Alguna cosa més deu haver
en aquesta acció.
Podria ser que pintar el model
és desitjar-lo?
Pintar el model, no ja per
seguir un determinat canon de bellesa, que és important. Si no pel pols eròtic
que en sí té el desig i el pols desitjable que tindrà en sí la imatge. Però si
parlem de pintura homoeròtica caldrà puntualitzar algunes coses.
Contemplar un quadre d’un
Dionysus és apreciar la figura-imatge del Déu amb les seues belles proporcions,
però també és despertar l’instint de desig de la mirada fetichista. I açò de la
mirada fetichista és el que caldrà debatre. La pintura figurativa és per a ser
mirada sense importar el génere, la pintura figurativa homoeròtica també? En
ambdos casos actua el desig i el que cal debatre és si amb el desig importa el
génere del que mira.
Arthur C. Danto ens
explica perquè el cos és tan important en l’art, i com que en la pintura
figurativa i per al génere el cos és imprescindible veiem que diu:
Qué
es el arte. Arthur C. Danto. Paidós estética.
(…)
la vida sin el sentimiento del organismo corporal no es otra cosa que la
conciencia de la existencia, mas no el sentimiento del bien o el mal estar, es
decir, del ejercicio fácil o penoso de las fuerzas vitales; porque el espíritu
por sí solo es la vida (el principio de la vida), y los obstáculos o los
auxiliares deben buscarse fuera de él, pero siempre en el hombre, por
consiguiente, en su unión con el cuerpo.
Immanuel
Kant, crítica del Juicio.
En primer lugar, me llama
la atención que nuestra condición corporal haya jugado un papel muy
importante en nuestra tradición artística,…
…La genialidad de la
religión cristiana es que, por mucho que sus misterios esenciales queden fuera
de nuestro alcance, encontró el modo, sobre todo a través del arte, para
traducirlos en términos que todo el mundo entiende, y en situaciones en las que
todos hemos crecido bajo el cuidado de alguien. Con esto me refiero a la imagen
primordial del arte occidental, que es la madre con el niño.
… pero la historia
verdaderamente sorprendente es la que tiene que ver con la representación de
los seres humanos a través de sus estados interiores: el sufrimiento, el
hambre, y sobre todo el amor y el deseo.
Nicolas Poussin. Sagrada
Familia. Instituto de las Artes de Detroit.
El lienzo nos muestra a la
Virgen jugando con su bebé, mientras calienta algo en una escudilla con lo que
le alimentará, pues está en proceso de estar destetado. San José aparece
apoyado en el alféizar de la ventana, tal vez dando una pequeña cabezada,
habiendo sido desvelado por los lloros de Jesús, durante la noche. Sabemos
exactamente lo que todo el mundo está pensando y sintiendo. Nada, por supuesto,
nos revela que la Sagrada Familia sea santa, eso queda para el ojo de la fe.
Incluso para empezar a saber lo que significa que sean santos uno precisa haber
interiorizado un relato metafísico bastante complejo, que empieza con la
desobediencia, el pecado y el conocimiento que tenemos del bien y del mal. Pero
los artistas se las arreglan perfectamente para mostrar de qué manera los
personajes de la Sagrada Familia eran humanos. Hay una gran diferencia entre
saber que la Virgen y el Niño son felices y que se aman, y saber que la Virgen
está libre de pecado y es el instrumento escogido por el Espíritu Santo. Ambos
conocimientos pueden llevar una inferencia, pero la inferencia primera es de
las que hacemos todos los días de nuestras vidas sin pensar. Nos enteramos de
esto, por así decirlo, sobre las rodillas de nuestra madre. Respondemos
espontáneamente con amor a una mirada llena de amor.
Les imatges serveixen per
a reconèixer els nostres sentiments. Els sentiments… alló que aprenem vivint,
sense interferències intelectuals, ni dogmes moralitzants, …
… Es la mente encarnada
la que Descartes intenta explicar en su traité de 1664. Lo que de verdad le
interesa es qué tiene lugar en la mente hecha carne: la pasión y el deseo, las
sensaciones de los sonidos, los olores, los sabores y los cambios térmicos:
todas las sensaciones corporales.
I cert és que ho aprenem. Som
capaços de situar-nos en el lloc de l’altre quan sofreix i quan s’alegra. Som
capaços de reconèixer la pena d’un altre ésser humà i som capaços d’acompanyar-lo
perquè d’alguna forma hem aprés el que és la pena, el que es sent sense importar el génere.
Por decirlo de otro modo,
ver y sentir son dos sensaciones muy distintas: uno puede ver la pluma
recorriendo la planta del pie, pero a través de las vías visuales no sentirá el
cosquilleo que la pluma suscita en la piel. Pensemos en la relación física más
íntima que existe, la relación sexual. Hemos entrado/ cubierto el cuerpo del
otro. Pero lo que el otro está sintiendo es un misterio tan antiguo como
nosotros mismos. No importa cuál sea el comportamiento sexual de la otra parte,
queremos saber si ha sido “bueno”. Sabemos lo que se siente. Pero lo que el
otro siente ya es causa de duda: recordemos el orgasmo fingido de Meg Ryan en
Cuando Harry encontró a Sally.
A mi entender hay dos
cuerpos: uno, el cuerpo al que se accede a través de la incisión y la
disección, así como por rayos X o resonancia magnética y otro, el cuerpo de la
psicología popular, que expresa cólera y dolor y similares. Si elimináramos la
psicología popular, no tendríamos ni idea del significado de lo que encontramos
en el cuerpo. Si eliminamos lo que la ciencia nos dice, no tendríamos ni idea
de cómo estos significados son posibles.
En l'èsser humà ens trobem
el desig. Forma part de la nostra ciència (som animals i tenim una fisionomía concreta)
però m'agrada més reconèixer-lo en el cos de la psicologia popular, com la
nomena Danto. Som èssers amb desig i sexual. I no cal mencionar la repressió
moral que al llarg de la historia ha sofrit, i que conseqüentment esta
repressió ha modelat la percepció visual que tenim del desig, que és la que ens
permet reconèixer-nos en els altres, reconèixer el que som: cosos amb
sentiments. I cada ésser humà sentirà amb més intensitat uns sentiments que
altres però estic completament segur que son els mateixos sentiments per a tots
els géneres. Aleshores:
"... el cuerpo del
hombre no es una barrera que repele las miradas sino un objeto disponible. Se
ofrece una disponibilidad visual con todo lujo de detalles, extrayéndola en
cierto modo de la femineidad donde se hallaba recluida. Y decir disponibilidad
conlleva la aceptación de una pasividad tradicionalmente vinculada con la
esfera de lo femenino y de lo socialmente degradado por tratarse de
dominación."
BAJO VIENTRE.
Representaciones de la sexualidad en la cultura y el arte contemporáneos. Juan
Vicente Aliaga.
La meua pintura de
Dionysus està feta per a mirar-la, però per a mirar-la amb una mirada
fetichista, que s'entere la masculinitat del món, i que ho reconeguen i que
gaudisquen.